La Longaniza de Aragón con el sello C’alial emplea en su elaboración un mínimo del 70% de carne magra de cerdo y un máximo de tocino del 30%.
Además la embutición debe realizarse en tripa natural de cerdo. De ahí que su contenido en proteínas sea superior mientras su contenido en grasas es inferior al que presentan otras longanizas sin marca de calidad. Se puede encontrar Longaniza de Aragón tanto al natural como envasada al vacío; pero en cualquiera de los casos debe respetarse la forma tradicional del embutido, en forma de herradura y con una longitud total de entre 20 y 70 centímetros.
Por último, hay que destacar que el reglamento admite diferentes especias naturales (pimienta, orégano, anís, clavo…) y en general todas las “especias naturales de la comarca”, reconociendo así las distintas variedades existentes de la Longaniza de Aragón y permitiendo a las empresas elaboradoras introducir su toque diferenciador.
En el chorizo C’alial, se usa un mínimo del 60 % de carne magra de cerdo, con un máximo de tocino del 40%, que se amasa mezclado con especias y se embute en tripa natural de cerdo para su secado. De ahí que su contenido en proteínas sea superior y su contenido en grasas inferior que otros chorizos que no llevan la marca de calidad.
La presentación del chorizo curado debe ser en forma de herradura, con una longitud de ente 20 y 70 centímetros.
Está prohibido el uso de aditivos. Solamente se permite el uso de sal común, ajo, pimentón y otras especias características del producto.
El Lomo Embuchado C´alial, lomo de cerdo embutido en tripa y secado al aire, es una de las muchas formas desarrolladas tradicionalmente para conservar durante meses la carne de los animales sacrificados en invierno. El sello “C’alial” regula todo el proceso de elaboración para proteger las presentaciones de Lomo Embuchado elaboradas de la forma más artesana y natural posible.
En primer lugar, se vigila la calidad de la carne, exigiendo que solo se utilicen lomos frescos de cerdos castrados o de cerdas fuera de celo.
Los lomos enteros se salan y adoban con especias naturales como pimienta y pimentón y luego se embuten en tripa. Se permite una serie limitada de aditivos, en baja cantidad, para garantizar el sabor natural del producto. Las piezas así tratadas se curan al aire durante un mínimo de 60 días, de las que al menos los 21 últimos deben ser en ambiente natural.
La Fruta Protegida con Tratamientos Integrados es aquella que se cultiva con técnicas que no agreden al medioambiente, a la vez que garantizan el buen estado sanitario de los árboles. Por ejemplo, la lucha contra enfermedades y parásitos se realiza con técnicas como los de atracción sexual, las trampas alimenticias o el embolsado de los frutos; únicamente en los casos en que algún parásito supere los niveles de tolerancia se permiten los pesticidas químicos.
En el reglamento de los huevos C’alial se exige que al menos el 65% de la dieta de las gallinas se componga de cereales, de los que como mínimo la mitad debe ser maíz; se prohíbe el uso de otros productos como harinas de pescado o carne, así como el de colorantes artificiales. El color de la yema de los huevos C´alial se debe solo a pigmentos naturales.
En cuanto a las características de los huevos, solo se admiten huevos frescos de las máximas categorías, que deben ser recogidos como mínimo dos veces al día y clasificados y envasados en el acto. En todo momento, hasta su llegada a los comercios, los huevos deben conservarse a una temperatura inferior a 18º C.
La conserva de cerdo en aceite consiste en trozos de lomo, costilla y longaniza que después de un tiempo de oreado se fríen y conservan en aceite de oliva virgen.
Para garantizar el producto final, se vigila especialmente la calidad de las materias primas. El aceite usado debe ser de oliva limpio, no sometido antes a ningún proceso de fritura o calentamiento, y solo se admiten como aditivos sal, ajo, vinagre y hierbas aromáticas.
La elaboración de la conserva comienza con la salazón de los lomos y costillas durante al menos 4 días a una temperatura de entre 0 º y 5º. Seguidamente, las piezas, junto con la longaniza, se orean durante al menos una semana. El siguiente paso es cortar las piezas en trozos y freírlas en aceite de oliva. Una vez frías, se envasan en tarros de cristal o cerámica con cierre hermético (las tres variedades por separado o en surtido) y se cubren con el mismo aceite de fritura.
En el yogur de oveja con el sello C’alial, sólo se permite la utilización de leche pasterizada de oveja y los fermentos Lactobacillus Bulgaricus y Streptococcus thermophilus, a diferencia de otros yogures que nos encontramos en el mercado que llevan leche en polvo, nata, suero, etc. Tampoco está permitida la utilización de aditivos.
Al estar elaborado con leche de oveja, el resultado es un producto muy cremoso, con sabor ligeramente ácido y aroma característico de la leche de oveja, con una textura similar al yogur griego.
Los quesos madurados con el sello “C’alial” se caracterizan por su restringido uso de aditivos no naturales. Su elaboración se debe realizar a partir de leche, estando prohibido la utilización de nata, suero, leche en polvo, etc.
La auténtica Trenza de Almudévar se vende con la garantía del sello “C’alial”.
La Trenza de Almudévar se elabora con una masa de harina de trigo, azúcar, sal, mantequilla y levadura, que se rellena de yema pastelera, nueces y almendras fileteadas y pasas maceradas en licor; todo ello cubierto con glasa. El dulce toma su nombre de su forma característica, que se logra entrelazando porciones de masa en sentido longitudinal.
Está prohibido el uso de aditivos en su elaboración.
El reglamento de la “C” garantiza la calidad de las materias primas y las proporciones mínimas de los ingredientes del hojaldrado y el relleno respecto a la harina para que el resultado sea un postre exquisito y sorprendente.
Las frutas de Aragón C’alial se elaboran con manzana, pera, melocotón, albaricoque, cereza, higo, ciruela o naranja. La fruta se cuece en jarabe o se macera en licor y finalmente se trocea y se cubre con manteca de cacao.
Está prohibido el uso de aditivos en su elaboración, y la cobertura de chocolate debe tener un mínimo del 35 % de manteca de cacao y del 60% de cacao.
El sello “C’alial” asegura la calidad de las frutas y el chocolate empleados, el cuidado en la elaboración y la ausencia de añadidos como otras grasas, colorantes o conservantes. La normativa respeta además los rasgos más típicos de este producto, como la envoltura de celofán que distingue por su color la clase de fruta que oculta el chocolate.
Elaborado a partir de una Masa madre natural, cultivo de cada panadero que aporta las levaduras y bacterias que producirán la fermentación del pan, le proporcionarán el aroma y sabor especial y le ayudarán para una mejor conservación.
Preparado con fermentaciones largas que favorecen la descomposición del almidón y una mejor asimilación a nuestro cuerpo.
Cocción en horno con solera de piedra que debe hacerse hasta el final en un solo proceso. Además no se permite el pan precocido.
Como ingredientes solamente se utilizan: harinas de gran calidad para permitir las largas fermentaciones, agua, masa madre y sal.
Se trata de un producto de repostería, típico de Huesca, resultante del amasado de una mezcla de almendras crudas, peladas y molidas con azúcar, que se presenta en pequeñas porciones bañadas parcialmente en un caramelo que se colorea para imitar a la castaña.
El reglamento C’alial limita el contenido en almendra del producto, mínimo del 50 %, superior a otros mazapanes que no llevan el sello C’alial, así como la variedad de almendra que se puede utilizar: marcona y/o largueta.
Además la capa de caramelo que recubre la castaña no debe ser superior en peso al 33 % del peso de la castaña.
No está permitida la utilización de conservantes.
Se trata de un producto de pastelería compuesto por dos finas láminas de bizcocho elaborado con harina de almendra y avellana en igual proporción, azúcar y clara de huevo que sirven de base y tapa para contener un relleno de crema o mousse de praliné refinado, compuesto de frutos secos y mantequilla confitada con azúcar, cuya tapa de bizcocho se presenta con la palabra “ruso”, y espolvoreada con azúcar glasé.
No está permitida la utilización de aditivos en su elaboración.
En ambos productos, el reglamento C’alial determina las materias primas que se pueden utilizar: los aspectos que diferencian el turrón negro y guirlache con C’alial de los que no lo tienen, es que se deben utilizar almendras enteras para su elaboración (no trozos de almendra), de un calibre determinado y de una variedad determinada, no pudiendo utilizar almendra común. Las variedades autorizadas son Largueta Desmayo, Marcona, Belona o Soleta, con calibre mínimo de 12 mm.
Además el porcentaje de almendra en ambos productos es superior que en los que no tienen el sello de calidad: mínimo 70 % de almendra en el turrón negro y 50 % en el guirlache.
En ningún producto está permitida la utilización de aditivos.
La marca C’alial solo protege al Aceite Virgen Extra, puro zumo de aceitunas que conserva todo el color, sabor y aroma del fruto. Este aceite solo puede elaborarse con olivas sanas recolectadas directamente del árbol, nunca caídas al suelo, ni recogidas por procedimientos que dañen el fruto. Además debe cumplir diversos parámetros técnicos, superiores a los de la legislación vigente para este tipo de aceite.
Las variedades de aceitunas autorizadas son empeltre, arbequina, royal, verdeña, alquecerana, blancal o neral (negral) en un porcentaje mínimo del 90%.
Durante el proceso de extracción del aceite, la pasta no debe sobrepasar los 35 ºC.
El resultado es un aceite de color amarillo, de pajizo a verdoso, con sabor afrutado, aromático y ligeramente amargo; ideal tanto para su uso en crudo como para toda clase de frituras.
Bajo el sello “C’alial”, sólo se puede comercializar la borraja cultivada con más esmero y de óptima calidad.
El reglamento de la borraja vigila así los sistemas de cultivo, el riego o los tratamientos fitosanitarios y exige que la recolección se efectúe en el momento idóneo, cuando la planta presenta “yema floral compacta e indefinida, sin haber iniciado la elongación del pedúnculo de las flores”. Luego, se seleccionan las matas para admitir solo las plantas limpias, sin ningún daño en el peciolo y que cumplan parámetros técnicos como la longitud o humedad.
Para su venta al público, la borraja se presenta siempre envasada, tanto en bandeja (ya con los peciolos cortados y limpios, lista para guisar), como en matas enteras.