En el Campo de Cariñena, ubicado en pleno Valle del Ebro, existen distintos tipos de terreno, pero si hay algo que destaca en todos ellos son las piedras. En este tipo de suelos crecen diversas variedades de viñas que producen uvas más pequeñas, más concentradas y más intensas. Los vinos de Cariñena son viejos conocidos de las mesas españolas, ya que esta comarca se ha distinguido por conjugar las excelentes condiciones para el cultivo de la vid con la preocupación por la calidad del vino, como muestra la creación de la Denominación de Origen ya en 1932.
La denominación de Origen Campo de Borja está situada al noroeste de la provincia de Zaragoza, en la transición entre las montañas del Sistema Ibérico y el Valle del Ebro. Los monjes cistercienses del Monasterio de Veruela fueron los grandes impulsores del cultivo de la vid en esta zona, y más concretamente de la variedad garnacha, autóctona de estas tierras, que es la que mejor se adapta a sus suelos y a su clima, y otro de los rasgos diferenciadores de los vinos de Campo de Borja.
La Denominación de Origen Calatayud está localizada en la parte más occidental de la provincia de Zaragoza, con una superficie de 5.400 hectáreas de viñedo, distribuidas en 46 municipios. En la ciudad celtíbera de Segeda (actualmente Mara) se ha encontrado el lagar más antiguo del norte de la Península Ibérica, que data del año 153 a.C.
La altitud de la zona de producción, entre los 550 y los 880 metros, favorece un índice de plagas y enfermedades muy bajo, y permite obtener un fruto muy natural.
Resguardada por las primeras estribaciones de los Pirineos, el Somontano de Barbastro ha sido una zona tradicional de producción vinícola, pero se ha convertido en una revelación para los amantes del vino desde que en 1984 se creó esta Denominación de Origen.
Una de las claves han sido las buenas condiciones demostradas por sus suelos para el cultivo de diferentes variedades de uva de calidad. Así, junto a cepas autóctonas como la parraleta o la moristel, han encontrado acomodo nombres como chardonnay, merlot o gewürztraminer.
Los Vinos de la Tierra están contemplados en la normativa legislativa de la Unión Europea desde 1987. Esta indicación hace referencia a los vinos que no pertenecen a ninguna Denominación de Origen, pero que se producen en zonas donde existe una tradición vinícola contrastada de vinos de calidad reconocida. A día de hoy, la normativa los califica como Vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP), aunque pueden seguir manteniendo su denominación como Vino de la Tierra, y están regulados en su especial modo de elaboración y características organolépticas singulares.
Aragón es tierra de vino, y también dispone de varias zonas productoras calificadas como Vino de la Tierra, cada una con su reglamento propio. Estas zonas son: Bajo Aragón, Valdejalón, Ribera del Gállego-Cinco Villas, Ribera del Jiloca, Valle del Cinca, Ribera del Queiles (esta zona compartida en parte con Navarra).
Los vinos incluidos en esta figura denominada “Vino de Pago” proceden de producciones propias de un paraje rural específico, con características edáficas y microclimáticas propias, que muestran ampliamente su buen hacer en el cultivo de viña en una extensión y hectáreas limitadas, lo que le confiere un resultado final singular y con rasgos y cualidades propios. En el caso de Vino de Pago Aylés, éste procede de una finca situada en el valle del Huerva, entre Mezalocha y Villanueva de Huerva, y cuenta con 46 hectáreas de viñedo que conviven con un fabuloso paisaje de monte y otros cultivos.
El aceite de la comarcas del Bajo Aragón turolense y zaragozano y del Campo de Belchite ha sido un tesoro reconocido desde antaño. Desde el año 2000 llega a los consumidores con el aval de una Denominación de Origen. Las almazaras adscritas a la D.O.P. elaboran un producto de la máxima calidad nutricional y culinaria.
La calidad del aceite protegido es Virgen Extra, auténtico zumo de aceituna, que procede principalmente de la variedad Empeltre, autóctona de la zona, ocasionalmente completada con las otras olivas típicas del Bajo Aragón, la Arbequina y la Royal.
La Denominación de Origen Aceite Sierra del Moncayo se encuentra situada al oeste de Aragón, ocupando más de 2.500 hectáreas de olivo para un total de 34 municipios. La comarca cuenta con una producción media anual de más de 4,0 millones de kilos de aceituna.
El aceite protegido es de la calidad Virgen Extra compuesto por las siguientes variedades: Empeltre, Arbequina, Negral, Verdial y Royal. El producto final multivarietal presenta propiedades propias y únicas que le hacen diferente al resto de las comarcas olivareras.
Su escaso picor, tierna textura y suave retrogusto avalan a la Cebolla Fuentes de Ebro, Denominación de Origen Protegida desde el año 2010, considerada una de las más exquisitas y singulares cebollas del mundo. Se trata de una hortaliza, originaria de la huerta del río Ebro, con amplias propiedades saludables que la convierten en un magnífico aliado de la dieta.
Entre sus amplias virtudes destaca en la cocina por ser excepcional para su disfrute en ensalada y por caramelizar sin necesidad de añadir azúcar por su dulzor natural, eso la hace ser una de las hortalizas preferidas de consumidores y cocineros.
El cerdo ha estado siempre vinculado con el nombre de Teruel, ya que éste animal es uno de los puntales de su gastronomía; además, la altitud y el clima frío son dos características de la provincia que la convierten en un lugar idóneo para una curación natural de sus derivados.
Desde 1983, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel / Paleta de Teruel avala esta buena fama garantizando que los perniles que se venden con su nombre proceden de cerdos de razas seleccionadas, criados en la provincia, y que a lo largo de todo el proceso de elaboración han cumplido exigencias tales como un tiempo mínimo de curación y maduración de 14 meses.
En las comarcas del Bajo Aragón, entre Teruel y Zaragoza, el melocotón es uno de los cultivos más tradicionales, como muestra que las plantaciones son de una variedad autóctona, llamada “amarillo tardío”, y también de Calanda. Se trata de un fruto dulce y jugoso, que además desarrolla todas sus propiedades gracias al trabajo de los agricultores. El aclareo consiste en la eliminación manual del 70% de los frutos de cada árbol, dejando unos veinte centímetros entre los que se conservan; así, a costa de reducir la producción, se consiguen unos melocotones que destacan por su tamaño y carne firme.
Por las condiciones de su territorio y las razas autóctonas, admitidas para la producción de Ternasco de Aragón, Rasa Aragonesa, Ojinegra de Teruel, y Roya Bilbilitana, se ha considerado desde antaño, a este cordero, el de mejor calidad.
El Ternasco de Aragón fue la primera carne fresca que en España fue aceptada como Denominación Específica.
Se trata de un cordero alimentado desde su nacimiento con leche materna y cereales naturales. Sacrificado con una edad inferior a 90 días y un peso en canal de 8,0 y 12,5 kg.
El resultado es una carne muy tierna de gran jugosidad y calidad culinaria, así como, muy saludable por su contenido mínimo de colesterol, frente a otros corderos de mayor peso en canal.
El término Agricultura Ecológica define una actividad muy concreta: la obtención alimentos de la máxima calidad, respetando el medio ambiente y evitando el uso de productos químicos de síntesis.
Calificar un cultivo como ecológico, es un proceso costoso, de varios años de duración, pero que está experimentando un notable auge. Así, con toda la riqueza en elementos nutritivos y el sabor de los verdaderos productos ecológicos, se pueden adquirir desde cereales, frutas frescas, y huevos hasta productos elaborados como vino, pastas, o mermeladas.
La Producción Integrada se define como el “sistema de producción sostenible de alimentos de alta calidad mediante métodos respetuosos con el medio ambiente y manteniendo los ingresos de la explotación”. Se persiguen objetivos como la conservación de los recursos, el uso racional de insumos, la gestión adecuada de residuos y la mejora del medio. En particular, se minimiza el uso de productos químicos contra las plagas y enfermedades de los frutales, sustituyéndolos por técnicas como las trampas con atrayente sexual o los fitoparásitos; si bien se permiten los pesticidas cuando se sobrepasa un índice de tolerancia.
Artesano Alimentario es la persona que realiza alguna de las actividades incluidas en el Censo de Actividades Artesanas Alimentarias y que haya obtenido la correspondiente Carta de Artesano Alimentario, la cual deberá estar en vigor.
Empresas artesanales alimentarias son aquellas que realizan una actividad incluida en el Censo de Actividades Artesanas Alimentarias, cuyos procesos de elaboración deben de ser manuales, aunque está admitido cierto grado de mecanización. La dirección del proceso en las empresas artesanales tiene que ser realizada por un artesano alimentario, y tienen que cumplir unos requisitos respecto al volumen de negocio anual y número de empleados.